Hola. Otro jueves más.
Hoy quiero hablaros sobre la opción del segundo vestido de novia.
Es una opción que, cada día que pasa, cuenta con más adeptas. Y es que los tiempos cambian, las modas cambian y las bodas han cambiado y mucho. Pero eso no quiere decir que necesariamente tengamos que tener dos vestidos diferentes.
Hoy en día, las distintas firmas y ateliers nos muestran multitud de opciones para poder tener dos vestidos en uno. Un claro ejemplo es María Baraza, que tiene una colección de vestidos convertibles.
La idea es poder tener un look durante algunos momentos de la boda y poder transformarlo, quitándote un abrigo, un sobrevestido, las mangas, una capa,… las opciones son miles. Añadir algún otro detalle o, incluso, cambiar también el peinado. Y, así, poder tener un look diferente, más cómodo o menos formal, para la cena y el baile.
A continuación os doy algunas ideas, muy sencillas, para transformar vuestros looks de novia sin necesidad de varios vestidos:
Cuando terminéis la ceremonia y antes de la comida o cena, podéis quitaros el velo o capa. Antes del baile, podéis quitaros la sobrefalda, dejando un vestido menos pesado para poder pasarlo en grande y afrontar más cómodas las horas que os faltan. Quitaros un sobrevestido o abrigo, también el velo si lo teníais, posteriormente podéis cambiar el peinado y/o poneros otro tocado. Y si también las profesionales encargadas de peinaros en el día B tienen opciones de peinados convertibles, muy fáciles de desmontar para que cualquier familiar, amiga o vuestra wedding planner lo pueda hacer sin ningún problema. Incluso poder tener un segundo tocado más desenfadado, atrevido, realizado por vosotras mismas…
Os enseño un ejemplo claro de lo que os estoy diciendo: en la primera fotografía la novia luce un maravilloso vestido de Maria Baraza, con capa y drapeado en el pecho. Esa capa y el drapeado se quitan, dejando un vestido más ligero. Se suelta el pelo, cambia el tocado y añade unas pulseras de flores preservadas en sus muñecas para sustitución del ramo de novia y tener ese toque diferente y atrevido. Sin perder elegancia y comodidad. Aunque, obviamente, siempre podéis optar por la compra de un segundo vestido. En este caso (para todas aquellas novias a las que su bolsillo se lo permita), yo me inclinaría por un segundo vestido totalmente diferente del primero. Que sea rompedor y atrevido. Es el momento de la fiesta y de desplegar vuestras alas.
Y vosotras, ¿os animáis con el segundo look?

Acerca de Cerezas de colores
Ayudo a parejas con muy poco tiempo libre que quieren una boda con estilo y sin complicaciones, a organizarla y decorarla para poder tener su boda perfecta. Y que en su precioso día, todos lo pasen genial.