Hola, otro jueves. Espero que os gustase el post anterior y que realizarais la tarea que os propuse.
¿Os sorprendisteis? Si te lo perdiste, ya estás tardando en leerlo.
Bueno, hoy os hablo de algo muy muy concreto: En una boda, TODO el mundo quiere comer y beber bien (y me quedo con ganas de añadir ‘y hasta reventar’). Insisto, TODO el mundo.
Cuando celebras tu boda, piensas en multitud de detalles, sorpresitas, regalitos para los invitados,… un montón de ‘chorraditas’, para agasajarlos y hacerles sentir especiales.
Pues chicas, con la comida y la bebida lo podéis hacer de una forma muy especial, porque elegir el menú es uno de los momentos clave de la boda. Siempre estáis ansiosos por la prueba y elegir el plato que más os gusta. Correcto, pero mal. No tenéis que elegir los menús que más os gustan a vosotros. Tenéis que pensar en todo el mundo que lo comerá, en la época del año, y en toda la comida que se servirá durante el ‘día B’.
Por lo general, conocéis bien a gran parte de vuestros invitados, lo que comen, sus intolerancias, si son diabéticos, si están embarazadas,… hoy en día tenemos muchas peculiaridades respecto a la alimentación, ya sea por enfermedad o por decisión personal. Antes de la prueba incluso, cuando elijáis el catering, preguntar cuantas opciones os dan respecto a esos temas.
Ya elegido el catering o lugar con cocina propia, antes de la prueba del menú, pensar en todas las peculiaridades a la hora de comer que necesiten vuestros invitados o la mayoría de ellos. Pensar en vuestros gustos y en los de la mayoría de la gente, id a la prueba con los deberes hechos.
Y, ya metidos en la decisión, ¿no sería maravilloso que todos vuestros invitados al sentarse ya tengan su opción sin tener que pedirla? O, mejor aún, ¿un menú general; que, con ligeras variaciones, pueda cumplir los requisitos de todos? Algunas cosas pueden ser complicadas, pero que el plato en sí, sea prácticamente el mismo para todos.
Otro tema es el de los gustos alimenticios de los invitados. Puede que vosotros seáis unos amantes de las ostras y del foie; pero, aunque sean considerados dos ‘productos gourmet’ (dos ‘delicatessen’), no son dos alimentos que hagan las delicias de la mayoría de la gente, sin hablar de su precio. No malgastemos productos y dinero.
El coctel es el momento perfecto para poder ofrecer opciones para todos los gustos. Alguna de las referencias puede tener foie y lo disfrutarán aquellos a los que les gusta; pero, a los que no les gusta, no se sentirán mal por no tener qué comer o tener que pedir otro plato distinto.
Otro caso muy común es el de ‘los queseros’, los amantes del queso. ¡¡¡Por favor, que no todo tenga queso!!! Hay mucha gente a la que no le gusta, o que solo le gustan algunos quesos suaves, o simplemente que no pueden tomarlo.
Pensar en lo incomodo que resulta estar en un sitio y que no te guste nada de la comida o no puedas comerla. Pensar en la variedad y en no repetir. Si ponéis en el coctel unos vasitos de gazpacho de fresón (por ejemplo), no pongáis un gazpacho de remolacha de entrante. Pensar, también, en el menú de los niños y en el staff.
En el caso de las bebidas, procurad que tengan toda clase de opciones (con gas y sin gas, con alcohol y sin alcohol,…) Y en el tema de vinos (blanco, rosado, tinto), un buen vino sin dudarlo. Al igual que el cava o el champán.
Dentro de vuestro presupuesto, podréis ver en qué margen os podéis mover; pero optar, siempre, por ofrecer y dar calidad a vuestros invitados. Calidad en la cocina, calidad en los productos, calidad en las presentaciones, calidad en el servicio, calidad en los detalles. Vuestros invitados lo apreciarán y lo agradecerán.
Ah! se me olvidaban el postre y la recena. SI eso también se cuida. Un postre que puedan tomar los intolerantes a la lactosa, al gluten, los que no pueden tomar huevo, o los diabéticos. ¿Os lo puse difícil?, pues se puede. Y pensar en la carita de todos esos invitados cuando ven algo que también pueden comer ellos, como el resto. ¿Pensáis que no lo recordarán? ¿Qué será más importante para ellos, ese regalito que perderán antes de terminar la noche o sentirse mimados y queridos al ver que se ha pensado en ellos?
Y la recena, con esto ya perdemos todo. Vale que, a ciertas horas ‘todos los gatos son pardos’ y que con unas copitas de más, todo entra. Pero, NOOOOOO!!! Que esto también se cuide y teniendo concretado y muy clarito lo que os pondrán. Porque no queremos empanadillas resecas y sándwiches con aspectos raros, puestos en la barra de mala manera.
¿Y si contratáis un ‘food truck’, con cocina en el momento (creps, perritos, hamburguesas, montaditos ricos,…) y cada uno pide lo que quiere? Es el momento de la fiesta y está permitido sorprender!!!
Y … después de toda esta parrafada, os dejo ir a picar algo. Que puede que ahora tengáis un poquito de hambre o de sed. 😉
¿Habíais pensado en estas cosas? ¿En tener estos detalles con vuestros invitados y mostrarles que SI pensáis en ellos de verdad? Porque éste es uno de los momentos de vuestro ‘día B’ en el que no tenéis que pensar solo en vosotros, sino en TODOS ellos. Si son parte de ese día es por algo.
Nos vemos el próximo jueves, pasad buena semana.

Acerca de Cerezas de colores
Ayudo a parejas con muy poco tiempo libre que quieren una boda con estilo y sin complicaciones, a organizarla y decorarla para poder tener su boda perfecta. Y que en su precioso día, todos lo pasen genial.